El beneficio de lo colectivo
No sólo el beneficio económico, inmediato y directo es un beneficio. La colaboración abre múltiples puertas y genera enriquecimiento de todo tipo.
La ética como horizonte
No buscamos la impoluta coherencia, sino la inteligente flexibilidad. Lo ético es la utopía hacia la que siempre marchar.
El valor del placer
Deseamos retomar las riendas de nuestro tiempo, nuestra fuerza y nuestra voluntad. Queremos divertirnos y disfrutar de nuestra profesión. "Seriedad" no es sinónimo de "sufrimiento".
Bajar el ritmo
Luchamos por habitar el mundo a un ritmo que permita la creación artística exigente y de calidad. El arte necesita pausa. Y no solo el arte, necesitamos tiempos para la vida.
Estamos en construcción
Tenemos muchas preguntas por hacernos, poco a poco y colectivamente iremos respondiéndolas.
Soñamos con un proyecto a largo plazo, vinculado a la realidad social.
La opacidad de sistemas, estructuras, recursos y puertas de entrada del mercado de la cultura y el arte, en concreto de las artes escénicas.
Precariedad y falta de recursos que obligan a la autogestión de tareas no artísticas que comprenden en sí mismas otras profesiones (distribución, producción, etc.)
La extensión de las redes sociales como principal escaparate para el público y para otras profesionales.
Entorno competitivo, especialmente en la gran ciudad y en el ámbito de las artes contemporáneas.
Que la voluntad de muchas compañeras, si no la mayoría, es la de generar cultura enriquecedora para el conjunto de los seres humanos.
Que el trabajo cultural y artístico es, por naturaleza, colaborativo.
Que existe un vacío apremiante entre la formación artística y las vías de acceso al mercado cultural.
Que las vías de acceso existen, pero están invisibilizadas e inaccesibles para personas noveles, llegando en ocasiones a rozar el secretismo o el tabú.
Que ese secretismo nace de una competitividad feroz entre artistas y compañías, generadas por la falta de apoyo institucional.
Que sí existen personas e instituciones que abordan esta problemática, pero su alcance es insuficiente.
Que la capacidad y fuerza de trabajo de una persona o grupo emergente, limitadas por la precariedad y esparcidas de forma sangrante en la multiplicidad de tareas y profesiones, no alcanzan para un emprendimiento efectivo y la puesta en marcha de un proyecto sólido, sostenible y de calidad artística.
Bebemos enormemente de los valores de la Asociación Cultural La Horizontal, en la que participamos la mayoría de compañías.
En La Horizontal no solo aprendemos sobre artes escénicas o técnica de espectáculos, estamos aprendiendo a construir en comunidad y a hacer barrio.
La Horizontal es un refugio de cultura comunitaria abierto, que pretende activar la participación, la creación artística, el encuentro, los cuidados comunitarios y por supuesto, traer a San Diego (Vallekas) el placer de hacer y ver artes escénicas.
Seguiremos compartiendo tiempos, saberes y alegrías, generando espacios autogestionados en los que repensar cómo queremos vivir.
No sabemos si el teatro puede cambiar el mundo, pero sí sabemos que un mundo sin teatro sería un mundo infinitamente peor.